México (PL).- El IV Clásico Mundial de Béisbol se jugará en tierras mexicanas, donde este deporte tiene millones de aficionados con las esperanzas puestas en que el representante tricolor sea el más fuerte de su historia.
En México el certamen disputará el grupo D de la primera ronda clasificatoria en el Estadio Panamericano, de los Charros de Jalisco, capital de Guadalajara.
Allí los anfitriones, Italia, Venezuela y Puerto Rico deberán quedar entre los dos primeros para seguir con vida en el certamen.
La competencia en México se desarrollará entre el 9 y 12 de marzo, en lo que será uno de los grupos más difíciles, con los boricuas y venezolanos como los principales escollos para los aztecas, aunque los italianos han demostrado que le dan un susto a cualquiera.
Otras de las sedes oficiales para la fase de grupos serán las ciudades de Tokio, Seúl, San Diego y Miami, mientras que la etapa final tendrá lugar en la casa de los Dodgers de Los Ángeles.
Los equipos de Taipei de China, Surcorea, Holanda y el debutante Israel chocarán en el Grupo A, con partidos en el Godchekd Sky Dome de Seúl, entre el 7 y 10 de marzo.
El apartado B, conformado por Australia, China, Cuba y Japón, protagonizará la primera etapa en el Domo de Tokio también del día 7 y 10.
Por su parte, en el Grupo C, Canadá, Colombia, República Dominicana y Estados Unidos, se verán las caras en el Marlins Park de Miami desde el 9 al 12 de marzo.
La segunda ronda del Grupo A y B se jugará en el Domo de Tokio, entre el 12 y 15 de marzo. Mientras que la de los grupos C y D se realizará en el Petco Park de San Diego del 14 al 16 del propio mes.
Los dos partidos semifinales, al igual que la gran final, tendrán lugar en el Estadio de los Dodgers entre el 20 y 22.
MÉXICO BUSCA EL MEJOR EQUIPO
Edgar González, exjugador de cuadro que se desempeñó en el béisbol profesional de Estados Unidos y Japón, es el manager de la selección tricolor.
Su equipo realizó en noviembre dos partidos amistosos en Tokio contra el seleccionado nipón, al que venció en el de apertura por 7-3, un resultado que aquí la prensa calificó de histórico.
Los asiáticos ganaron el segundo encuentro por 11-4.
Claro que aquel no fue el «team» que representará a México en el IV Clásico Mundial. Faltan por integrarse jugadores que se desempeñan en las Grandes Ligas de Estados Unidos y otros torneos profesionales.
Incluso podrían incorporarse peloteros estadounidenses con ascendencia mexicana o que simplemente tengan documentos de residencia oficial aquí.
Y ello es parte de alguna que otra polémica en círculos de aficionados y periodistas especializados quienes se preguntan si el equipo será «más mexicano» o «más mexicano-gringo» o de «pochos», como les llaman.
Peloteros como Khris Davis, Anthony Rendón y Danny Espinosa son algunos con ascendencia local que les da el privilegio de poder jugar con México y ya mostraron su disposición para hacerlo.
En ediciones pasadas vistieron el uniforme nacional los hermanos Jerry y Scott Hairston, Rod Barajas, Sergio Romo, Efren Navarro, Jorge Cantú, Gil Velázquez e incluso los hermanos González, Adrián y Édgar (el actual manager), todos nacidos en Estados Unidos.
Aquí coinciden en que son los jardines donde México precisa de más ayuda, pues el cuadro interior se presenta sólido y tiene para la lomita a lanzadores de lujo, en particular su rotación de abridores.
«Estoy emocionado del equipo que podríamos tener», dijo recientemente el manager González, en declaraciones que publicó el sitio digital de ESPN.
Su hermano, el inicialista Adrián (Titán) González, capitán y veterano de las tres ediciones previas del Clásico, ya fue autorizado por los Dodgers de Los Ángeles.
Lo mismo ocurrió con los relevistas Oliver Pérez, de los Nacionales de Washington, y el azulejo de Toronto, Roberto Osuna, elegido entre los mejores deportistas del año del país.
Miguel Aguilar, Rafael Martín y Jacob Sánchez se suman al roster de lanzadores.
También el director mexicano tiene en mente utilizar a los serpentineros Marco Estrada y Aaron Sánchez, de Toronto; Jaime García, de Bravos de Atlanta; Julio Urías, de los Dodgers; Vince Velásquez, de Filis de Filadelfia; Yovani Gallardo, de Orioles de Baltimore, y A.J. Ramos, de Marlins de Miami.
González agregó otros nombres que le darían fortaleza a la novena tricolor.
Son el jardinero Khris Davis, de Atléticos de Oakland; el segunda base Danny Espinosa, de Washington, y el antesalista Brandon Laird, de Nippon Ham.
Ellos, con el Titán, Luis Cruz (tercera base y estrella del béisbol japonés), el prospecto de los Dodger y jardinero Alex Verdugo y Ramiro Peña, campo corto quien viene de los Gigantes de San Francisco, podrían integrar una selección con fuertes aspiraciones.
«Si las piezas caen, podríamos tener el equipo más fuerte que ha llevado México al Clásico Mundial», concluyó el conductor de la novena mexicana.